Ojos ceremoniales
(Calygramma, 2011) es un poemario de Benjamín Valdivia (Aguascalientes,
1960) donde el erotismo y la plasticidad de las imágenes cobra nuevos bríos
respetando la cadencia clásica del verso, que aún tiene mucho por decir.
Miembro
de la Academia Mexicana de la Lengua o de la Academia Norteamericana de la Lengua
Española, el poeta profundiza en las correspondencias artísticas del ritual de
la expresión. Con estudios
de doctorado en Humanidades y Artes, en Filosofía y en Educación, traductor,
músico y fotógrafo, el Premio de Poesía Joven de México en 1979 ofrece un nuevo
rumbo para la tradición en la editorial queretana que iremos siguiendo.
En
la completa entrevista que le hizo Mario Pera para La Convención, el autor de Ojos
ceremoniales apunta que «cuando la filosofía se abre al problema del ser
como vida, como vivencia diaria, como experiencia humana, es la guía excelente
para que la poesía tenga, además del furor de sus alturas, una razón con la
cual situarse y conducir». Tal preocupación, cercana, doméstica, vital, es la
que cruza el sentido de la vista y el tema del amor. En veintinueve poemas
breves y con título, convergen escenas del alba, del paisaje, del ardor, de
reptiles o del cielo que nos refleja como sociedad, ahora, urbana. La autonomía
y la conexión de sus descripciones se deben, me parece, a la consolidación compleja
en forma simple (que no sencilla) de una voz que nos toca porque nos asimila.
Me quedo con la primera estrofa de «Labios de tecojote»:
Labios de tejocote y miel
serena:
hora de la verdad
y de la dicha
cuando vaga sobre el
invierno el Can
y los mortales
abren ese remedo seco
de sus secos corazones
(41).
El aguascalentense
desarrolla una vertiente apolínea de la poesía mexicana contemporánea. Como Vicente Quirarte o Manuel Iris, construye un poema que ilumina y traduce en su estructura la existencia
de un género en el que confluyen épocas, artes y una misma sensación amorosa.
Podemos saber más de Benjamín Valdivia en su página web: http://www.valdivia.mx/index.html.
El hidrocálido enriquece la investigación y la escritura que se homenajearán en
el Coloquio50 años del Premio de Poesía Aguascalientes.
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