(Bravo Varela, 2010: 12)
dicho mapa es una imposibilidad.
(Bravo Varela, 2008: 39)
Hernán Bravo Varela (Ciudad de México, 1979) es un poeta que traduce y organiza un sinfín de
actividades por la literatura y por México. A esta conclusión llegamos tras
leer su poemario Sobrenaturaleza (Pre-Textos, 2010) y su libro de ensayos Los orillados (DGE Equilibrista/ UNAM/ Conaculta, 2008): la cuidada expresión lírica y un
acercamiento al margen.
Si alguien quiere leer a Hernán Bravo Varela puede hacerlo
en Oficios de ciega pertenencia
(2004), Comunión (2008) o su reciente
Hasta aquí (2014). Además, destaca la
muestra crítica de la poesía mexicana actual El
manantial latente (2002) que coordinó con Ernesto Lumbreras. En 1999 obtuvo
el Premio Nacional de Poesía Joven de Mëxico y fue finalista del Premio Nacional
de Ensayo «Los orillados» por Los
orillados, que comentaremos. Si queremos verlo, no tenemos más que
acercarnos a Las Hormigas, la Casa del Poeta Ramón López Velarde,
donde constantemente organiza presentaciones, recitales o coloquios de poesía.
Asimismo, presenta el programa de TV UNAM «Punto Doc».
En septiembre de 2016 estuvo en Madrid cantando (pues es otra de sus facetas)
por el festival «México se escribe con equis».
Talento, mucho talento, y simpatía.
Según comentábamos en este blog con el libro de Alejandro
Higashi PM / XXI / 360°,
Hernán Bravo es uno de los referentes en la poesía mexicana contemporánea.
que en la obra de Bravo Varela resulta una
consecuencia natural de la enérgica y disciplinada concentración con la que el
autor explora la tradición del poema lírico en México, dentro de una geografía
poética que solo ha atendido al poema lírico en clave idealista y ha
sacralizado a la musa (Aridjis, Chumacero o Bonifaz) o que, por el contrario,
ha decidido, para compensar la sublimación de los anteriores, ridiculizarla:
desde Efraín Huerta hasta Francisco Hernández, el poema lírico parece siempre
un escape a las inspiradas alturas de la poesía épica y seria. […] En el caso
de Bravo Varela, su relación con el poema lírico no es ni crítica ni lúdica; se
trata de una continuidad exploratoria en la cual, a lo largo de varios libros,
encuentra una voz lírica propia y sortea con éxito los tópicos acumulados a lo
largo de varios siglos para ofrecer una perspectiva fresca y respetuosa. Si
Cernuda fue su maestro, en cierta forma lo ha superado en el mismo terreno y
sin recurrir a la muerte simbólica del padre (a quien, al contrario, se presume
en Realidad & Deseo Producciones):
Bravo Varela es un poeta de profundos, originales y, en ocasiones
desapercibidos para la crítica, grandes poemas líricos como “Seis rosas más
tarde”, “Los brazos renovados” o “Desposorio”, solo por hablar de los más
descaradamente románticos (416).
Y es que Realidad & Deseo Producciones (2012) confirma, como ocurre con Vicente Quirarte, el peso, bendito sea de
paso, que tiene la tradición en la lírica actual. Luis Cernuda y la poesía
anglosajona son referentes en Bravo Varela. Así lo muestra uno de los poemas de Sobrenaturaleza (cfr.
58), el cual leyó en el reciente ciclo «Pensar la muerte» (1: 22´45´´) que
coordinó Quirarte en El Colegio Nacional:

[...]
En cuanto a ti,
En cuanto a ti,
que confundes
escala y escalera,
lo único
posible es el comienzo.” (40)
La música del
poeta se instala en cada uno de sus golpes entintados y atinados. El texto que
más me atrae de Sobrenaturaleza se
encuentra en la segunda parte, y se debe a «Delta» (cfr. 54). Es breve, pero no
lo recojo aquí para que se hagan con el libro. Es un canto al mar. Sí que
adjunto, en cambio, la prosa poética y etimológica que incide de nuevo en el
título:
No la rosa de
nadie florecida – naturaleza fue más que su nombre, la nutria, la verdad,
vacío incluso – Norma, mi madre, silba delante de la luz a algunos pájaros en
el jardín de ahora; como si nada, hay nidos, plantas, canto – no la naturaleza,
sino sobre naturaleza – Ni (63).
El recurso de la
raya es común en este viaje horizontal que fragmenta los discursos sensitivos
de la lengua.

El mismo Higashi comenta el reciente Hasta aquí: «El último libro
de Hernán Bravo Varela, Hasta aquí
(2014), propone una meditada ruptura del autor con los códigos del culturalismo
como herramientas de distanciamiento donde, en una apuesta por continuar con su
exploración del poema lírico, el yo
autobiográfico vuelve a tomar fuerza como tema de la poesía lírica» (415).
Aunque un buen texto siempre se sostiene por sí mismo, la vida y la obra son un
todo.
Algunos poemas de Hernán Bravo
Varela se encuentran en Las afinidades electivas / las elecciones afectivas que coordina el poeta argentino Alejandro Méndez. El autor de Sobrenaturaleza y Los orillados es un ejemplo de poesía. Si sirve de algo eso de «El poeta de su generación», sin duda lo es. Y si no sirve, también.
Excelente semblanza. Gracias.
ResponderBorrarGracias por el mensaje, Iliana. Excelente poeta.
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