Pasamos por (que
no de) Sharash y el regalo de Federico (FOEM, 2017), de Elizabeth
Padilla Velázquez (Tlalnepantla, Estado de México, 1961), con ilustraciones de
Jonathan Ricardo García Trejo; y de Siete cuentos imagirantes (FOEM, 2017; leí hasta ahora inmigrantes) de María de Guadalupe Basich Moreno (Guadalajara,
Jalisco, 1954), con trabajo gráfico de Ricardo García Trejo. Y siguiendo el catálogo que nos ocupa llegamos a una
de las referencias que más nos despierta la atención de la poesía infantil (más
allá de México) iberoamericana: Adolfo Córdova (Veracruz, 1983).
Se encuentra
disponible en la colección Lectores niños y jóvenes del FOEM su libro Homshuk, niño y dios terrible (FOEM, 2016), ilustrado por Carlos César Contreras Becerril. Recibió
la mención honorífica en la categoría de literatura infantil (en el género de
poesía) del Certamen Internacional de Literatura “Sor Juana Inés de la Cruz”,
convocado por el Gobierno del Estado de México, a través del Consejo Editorial
de la Administración Pública Estatal, en 2015. El jurado estuvo integrado por Flor Cecilia Reyes, Andrés Acosta y Elman Trevizo.
Desde ese lustro, que tanto estudió
incluso en España (en Barcelona o Cuenca), Córdova se ha convertido en nombre
obligado, como decimos, para todo lo que tiene que ver con LIJ; especialmente,
con el género que nos ocupa: la lírica.
Se trata de una nueva generación, o
promoción (según Higashi), que conoce lo que se ha publicado hasta ahora con la
etiqueta de público infantil y que sabe con maestría llevarlo al aula, a los
grupos, en voz alta, sin necesidad de gritar.
Si la semana pasada veíamos el
tlacuache en Lotería de Metepec,
vuelve aparecer el animal que poetizaron Diana
Garza Islas y Sergio Ernesto Ríos para un público amplio en La czarigüeya escribe (2014). Se
incluye en la dedicatoria, pues aunque se dirige a su hermano Alberto, quien
escribe agradece al Tío Tlacuache esta historia, “brasa que hoy se enciende”
(p. 7).
La tradición oral, de boca a oreja
veracruzanas, se fija de manera impresa para mover la incandescencia del relato
popular, más allá de México incluso; aunque los motivos y mitos sean
propiamente de la región, con insistencia en lo prehispánico, lo originario, la
identidad.
La estructura de este libro es
mítica. Se compone de siete capítulos que son poemas, creación del mundo del
niño-dios Homshuk. Los títulos de los mismos responden al tratado medieval o
científico o cervantino. Por ejemplo, así arranca el verbo que fue y es al
principio:
El metate es el
recipiente mexicano donde los haya que a la manera de Obelix en la marmita da
origen al sobrenatural personaje. Pero además de este particular objeto atrae
la utilización, al inicio del relato, en verso libre, el verbo dicendi; que dará asimismo ritmo hasta
el final (en estructura circular), junto a las oraciones copulativas que se
sangran al igual que otras estructuras de marcada precisión con base,
recordemos, oral.
El intertexto (de Mendoza) nos lleva
enseguida a pensar en Pinocho, que se halla como Homshuk en el vientre de una
criatura marina. En este caso el pez devora lo que la madre molió en el metate.
He ahí el origen, la leyenda, lo fantástico; sin embargo, se plantea el concepto de lo verosímil debido a
la construcción de todos los elementos que apenas aquí esbozamos con vistas a
un mayor y próximo detenimiento. Lo mismo sucederá más adelante con los
Hermanos Grimm y la Cenicienta que es obligada a diferenciar del suelo, sirva
el paralelismo, los frijoles o el arroz con ayuda, en seguida, de los pájaros
una vez más (33-34). Lo políticamente correcto se cuestiona sin paternalismo ni
infantilizar el relato que sirve para la sociedad, en general, más allá de
Veracruz; puesto que ante las peripecias de la formación del protagonista nos
reflejamos moralmente también quienes leemos, da igual la edad que tengamos.
Ahí radica la enseñanza, el simbolismo, la existencia del bien y del mal, de la
realidad y de la ficción, entre lo que ocurre y lo que se nos ocurre, en el
lenguaje del viento, entre la mitología grecolatina de occidente y otra mirada
menos egódica (diría Vicente Luis Mora) que es la originaria, la prehispánica,
mediante la configuración de este enfant
terrible que es el dios del maíz desde una mirada propia.
Sólo mencionamos para terminar la
relevante presencia de la bruja Tzitzime y el culebro; y, de nuevo, la
insistencia en siete días (marca temporal clave desde La diosa blanca o La rama
dorada que permean la lectura de poesía (también infantil) mexicana). Otro
rasgo que apuntamos para esbozar líneas de desarrollo son las voces que el
propio Córdova representaría en la puesta en escena de Homshuk (en un aula por ejemplo de Primaria) y la relación que se
establecería así entre poesía y teatro, como ya hemos visto a partir
precisamente del recurso que aquí se emplea, la cursiva.
La breve semblanza curricular del
escritor y crítico es ya un relato sumamente atractivo, una capatatio benevolentiae donde las haya,
aunque se encuentre al final del mismo. Serviría para abrir las actividades de
prelectura:
conoció la historia del poderoso Homshuk en Piedra Labrada,
una comunidad en la sierra de Santa Marta, en Veracruz. Una noche, mientras dormía
en ese sitio mágico, escuchó la voz de la bruja Tzitzime y se despertó de un
salto. Sólo consiguió dormirse de nuevo cuando vio la sombra del Tío Tlacuache
y oyó el chillido del Tío Murciélago, quienes habían llegado a protegerlo.
Adolfo se dedica a inventar historias porque es
escritor, pero también intenta contar historias verdaderas porque es
periodista. Vive en Ciudad de México y viaja muy seguido tras la pista de
nuevos personajes.
Está disponible en
su blog Linternas y bosques, donde
además encontrarán numerosas entradas relacionadas con el tema que nos atrae.
Adolfo Córdova merece una
investigación que espero desarrollar movido por el interés que mueve sobre la
poesía infantil desde México. Destaca su maestría en Literatura Infantil y
Juvenil por la Universidad Autónoma de Barcelona y el libro que coordina en la
Universidad de Castilla-La Mancha, Renovar el asombro : un panorama de la poesía infantil y juvenil contemporánea enespañol (2019), disponible en ebook
a través del catálogo de la biblioteca para estudiantes de la Universidad de
Alicante. Homshuk, niño y dios terrible,
de momento, evidencia la relación con CORPYCEM y la poesía
política que es posible abordar de cara incluso a Primaria en el marco de los
ODS que trataremos de estudiar en lo que sigue.
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