Odette Alonso
(Santiago de Cuba, 1964) presentó este mes en el Café-Bar las Hormigas su
poemario Bailando a oscuras (UANL, 2015):
un viaje fijo entre la realidad y la apariencia, entre el deseo y el amor.
La cafetería de la Casa del poeta
Ramón López Velarde se llenó una vez más. Bailando
a oscuras es la octava entrega de “Ínsula. Cuadernos de escritura de Armas y letras: revista de literatura,
arte y cultura de la UANL (Universidad Autónoma de Nuevo León)”. Estaba
previsto que Marisol Robles y Enzia Verduchi acompañaran a la autora, pero la
poeta de origen italiano no pudo asistir. Su texto lo leyó el genial Hernán
Bravo Varela.
Bailando
a oscuras es una atmósfera cotidiana del encuentro con el otro, con tu
otro, con lo otro. La luz de los versos de Odette nos ilumina en la vertebralidad de nuestras sensaciones. “Los
cuadernos de poesía son breves”, dice la poeta de origen cubano. La poesía debe
de caber en pocas páginas, debe de perseguir muchos más silencios y sombras,
iluminarlas y bailar con ellas. Sorprende el típex o corrector que oculta una palabra. Si somos curiosos
contrastamos ese postizo a la luz (de una lámpara, en nuestro caso). La palabra
tapada curiosamente es “opaca”. El verso se acorta de esta manera: “nos teje
una burbuja”. El poema es el que da nombre al libro y acaba así: “Sobre el
compás de mar de tu cintura/ mi mano es una barca a la deriva” (14). El poema
como isla conecta un archipiélago de dudas y gozos universales.
Marisol Robles, Odette Alonso y Hernán Bravo Varela en Las Hormigas |
En la presentación del libro Jessica Nieto aclara que "Ínsula alude, además, a la idea de que cada persona es una isla, en este caso, cada escritor o escritora representa, junto con su escritura, una ínsula literaria" (8). Quien lee se identifica en la poesía
de Odette, que es mucho más que poemas. Su gracia natural, en persona,
contrasta con la trascendencia del papel, su papel. Así termina “La puerta”: “Cansada
de mis pasos/ el día se me antoja una emboscada/ un torrente en el que floto/ a
la deriva./ Busco una brecha en el vientre de la noche/ y está cerrada al
viento y a la lluvia/ al humo de la ciudad” (26). La UANL y Las Hormigas nos
esperan en el umbral, nos muestran un horizonte que nos cruza.
¡Gracias, Ignacio! Un placer que estuvieras allí y que recordáramos a personas tan admiradas como Carmen Alemany y Remedios Mataix. Un abrazo.
ResponderBorrarMuchas gracias, Odette. Fue un gusto poder disfrutar de ese baile a todas luces. Ya le conté a Carmen lo bien que lo pasamos. Un abrazo grande :)
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