domingo, 18 de noviembre de 2018

El órgano de Corti


(Casi todo está proscrito)
Julieta Gamboa

El órgano de Corti (UNAM, 2018) es el poemario por el que Julieta Gamboa (Ciudad de México, 1981) acaba de recibir el Premio Ediciones Digitales Punto de Partida. Se trata de una fina alegoría que explica el tiempo que le queda a lo dicho.

El órgano espiral que convierte las vibraciones que llegan al oído en sonido puede servir para comprender el género literario que nos ocupa. En versos precisos, nítidos, el lenguaje dota a la expresión de un tono científico; principal característica de Gamboa. En tres fases articula el discurso por el cual la realidad que nos rodea se hace ficción y describe «unas cuantas certezas sobre el mundo» (9) y sobre este proceso complejo y natural del quehacer poético. En sentido crítico, Julieta Gamboa combina ambas disciplinas a la manera de Dolores Dorantes en Estilo (2011), respecto a la reproducción femenina y feminista. Así comienza «Monolingüe»:

Las palabras son cimientos.

Las palabras que aprendí
tocan
suaves
el órgano de Corti.
Tocan a la puerta de mi cuarto cerrado,
mi forma única de estar,
con el tiempo dando vueltas
del espacio a su ocupante
y de regreso.

La lengua materna es una puerta falsa del cuarto que me acoge
mientras deja que los muros caigan.
[…] (19)

El «idioma sin centro que es la casa» (el cuerpo) se derrumba por lo que suena fuera. Pero también podría hacerlo por lo que se oye dentro. Escuchar es el engranaje mediante el cual nos comprendemos en el contexto: violencia, sexo y prejuicios; naturaleza, dendrofilia, fronteras. Voz que callan otros sentidos: tacto, vista, olfato, gusto. El arranque del poema «Dietilamida de ácido lisérgico», también en la segunda fase, opera en carne propia: «La curva del ojo / se desgaja en cristales / se abre» (24). En múltiples formas, las palabras se terminan encerrando, se domestican. Se augura así la deconstrucción, la borradura, la dilución del sujeto pensante. Primer poema de la tercera y definitiva fase, «Dermis»; de nuevo los primeros versos: «Después de siglos de un lenguaje humano de palabras, / comenzaron el borramiento. / Las iremos olvidando lentamente» (33). La serie de «Sistemas», compuesta por trece poemas igualmente breves, en verso o en prosa, logra unir los conductos que ha ido abriendo en torno al cuerpo y la sociedad.
            La maestra en Letras Latinoamericanas por la UNAM y autora de Taxonomía de un cuerpo (Fondo Editorial Tierra Adentro, col. La Ceibita, 2012) o Sedimentos (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2016) registra un problema poniéndose en la piel de ese órgano fundamental para la comprensión que un día descubrió Alfonso Giacomo Gaspare Corti (1822-1876). Ahora bien, lo que se dice por la calle, en las noticias o incluso en casa no tiene más base científica que la experiencia popular, la repetición, la ignorancia. Por tanto, cuestionar con sorna esos mensajes amplia las posibilidades de la lírica.



La labor de la UNAM permite reconocer a una poeta joven y ya sólida a la vez que difunde la obra de manera digital. También la podemos leer en el trabajo que lleva a cabo Andrea Rivas en Círculo de Poesía, en los blogs Batalla de Papel o Emma Gunst; así como en Tierra Adentro, donde la propia Julieta Gamboa reseña Migraciones de Gloria Gervitz, pionera en la poética del desplazamiento de las identidades que escucha Gamboa. 

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