domingo, 6 de febrero de 2022

Devoré el cráneo de Eros

Devoré el cráneo de Eros (Ediciones O, 2017) es el libro de Ángel Fuentes Balam (Mérida, Yucatán, 1988) que recupera el mito del dios griego por la atracción sexual. Lo hace mediante una sugerente técnica que va de la mano, desde lo poético, de otros espacios y temas colindantes.



Hace unos días tuve la oportunidad de leer varios poemarios que integran el catálogo de Ediciones O. En las próximas semanas compartiré ideas que me sugieren títulos como el que hoy nos ocupa.

Primeros textos sobre el mar o la tierra, y la parte que los une, arriban a sugerentes plásticas imágenes en prosa. Destaca la sintaxis con la que se enumeran las escenas de los personajes en relación con el entorno. El canto a la belleza, desde la tercera persona, da lugar al diálogo teatral. Se trata de una publicación que transita por la llamada hibridez genérica. Lejos de compartimentos estancos se hallan las sensaciones descritas, superpuestas, en la creación verbal. La primera persona da paso a la segunda y se entreteje la enunciación con los prismas en que la realidad es vista. Celeste resulta la tramoya.

Tras lo que podríamos considerar introducción o primer acto, llega la sección en la que el verso cobra fuerza. Continúan, sin embargo, las estructuras inconexas que, cual teselas, conforman la ristra de voces sobre el pasado: un canto de amor. Como vimos con Iván Vázquez lo erótico descuella en carne:


Si en la furia de tus pezones duros pudiese atornillar mi lengua

ahogado entre la santa muerte que divides,

y rompiera ahí mi cráneo insustancial para gobernar la hora

en que los demonios impelen corazones de estallar y oler

a sudor, ceniza y enamorada carne… Tendría el supremo gozo

de que pueden presumir los miserables:

un sabor capaz de hacer que dios se pusiera de rodillas

e implorase chuparme el sexo para dejarlo vagar libre

entre nuestros pelos, protuberancias y estaciones.

Lo oiremos cantar puercas rondas mientras cobija tu blancura

y mi robusta maquinaria de alaridos (28).


Por si había alguna duda, en los sucesivos textos, de manera explícita, dialogan dos personajes: un hombre (H) y una mujer (M). Las acotaciones alimentan la enunciación indirecta que convive en este punto con la máxima fluidez del relato. Numerosas referencias, de distintas disciplinas, se dan la mano desde la reivindicación de las pasiones humanas.

Destaca el compromiso patente en la poesía de Fuentes Balam, así como en su dramaturgia. A propósito de tales artes reflexiona en la entrevista que Aleqs Garrigoz le hace para Insolente; donde evidencia la necesidad de sellos como el de Ediciones O, de cara al fomento de la producción cultural del Estado:


Yucatán ha sido cuna de grandes autores y creo que las generaciones actuales no son la excepción. Hay carencias a nivel estatal, en las plataformas y publicaciones. El Estado no tiene control sobre ello, parece que no le importe. No existe un fondo editorial. Se intentó y yo publiqué en una edición, pero desapareció. Lo  más notable ha sido la proliferación de la escena alternativa.





Acérquense a la editorial yucateca que dirige Daniel Medina. Su docena de libros de la colección Navegaciones está disponible en la web, para descargar de manera gratuita. A pesar de no contar todavía con escritoras que puedan enriquecer, por ejemplo, el proyecto CORPYCEM, ofrece una suerte de poética de la Península que recupera espacios naturales y míticos sobre la historia que seguimos teniendo en común.

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