domingo, 10 de diciembre de 2017

Inti García Santamaría

Imagen de Cartón Piedra
no es posible traducir tu lenguaje sin traición
Inti García Santamaría

Inti García Santamaría (Ciudad Nezahualcóyotl, 1983) es poeta, traductor y editor. Su libro Nunca cambies. Poemas 2000-2010 (Aldus, 2011) forma parte del Archivo de Poesía Mexa. Representa la madurez de la joven poesía mexicana a través de un intenso y particular registro lírico.
            Parte del trabajo del poeta enmascarado se puede seguir en la revista Crítica, Letras Libres, Vozed, Jampster, en su blog Nueva Provenza o en Tumblr. Rodolfo Mata y el administrador de Tierra Adentro analizan y comentan de manera exhaustiva Nunca cambies, destacando que «Inti es un escéptico y se lo agradecemos todos aquellos que miramos con recelo la Institución Poeta en México». Asimismo, Ricardo Cázares Graña hace lo propio en Mula Blanca: «Cuando las palabras sienten miedo del mutismo o del autismo o de la risa que está sola, y no saben si de veras son extrañas o comienzan a extrañarse por sí solas». Además de dichas lecturas, completísimas, la obra reunida de Inti García concluye con los comentarios sensibles, inusuales y exquisitos de Eduardo Milán, Jorge Fernández Granados y Antonio José Ponte (123-125), respectivamente. Después de semejantes guías, ¿qué se puede decir?
            Tres series o poemarios componen esta carta versal: Corazoncito (Compañía, 2004), Hasta aquí nada pudo separarme del cielo (Juan Malasuerte, 2010) y Cuaderno de los rombos que florecen (s. e., 2010). Algunos textos, como se menciona al principio, fueron escritos con Dolores Dorantes y Hugo García Manríquez. La poesía se desacraliza y juega y se inventa, y cae para tocarnos y acercarse a lo que co(no)cemos. Los versos se unen por sonidos mentales. La reiteración de bonita no es cursi, matiza lo habitual. Fragmenta la paronomasia, aplaza la narración. Así termina uno de sus primeros poemas:

Delante del señor extraño
con tres dedos cogió la lapicera
la cita de los muertos.
sincera. lacera la acera.
Es verdad estaba nerviosa.
sincera. la cera lacera.
La cita de los martes (21).

Y esto es lo que hace al final del libro:

Espantapájaros

Fui besado por una campesina y mi cerebro se convirtió en una ciruela amarga. Para que devoraran mis brazos ella dibujó un árbol genealógico de mantis religiosas sobre mi piel. Bajo cirros de cobre la tarde es un amanecer de brasas que se apagan. Pregúntame sobre el estado del tiempo y te responderé que vivo dentro de un planetario de tonos verde pastel. En medio del camino había...

una mulita muerta (110).

Muestra que una obra sí puede evolucionar y afianzarse en diez años. El atrevimiento del poeta produce un texto novedoso; que, breve, bebe de lo plástico, la prosa y lo visual para conectar directamente con los mensajes que parpadean en pantalla.


Pág. 32

Inti García engendra en pocos años una poética sólida sobre rincones del lenguaje, de la realidad expresada, que eran inoperantes en la artificiosidad del género. Con su obra se asienta la constelación y el canon reticular (que diría Josu Landa) del siglo XXI. Leámoslo. Escuchémoslo.


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