domingo, 20 de octubre de 2019

Tener


Hace unos meses se publicó en España el poemario Tener (Kriller71, 2019) de Robin Myers (Nueva York, 1987), en inglés, con la traducción al español de Ezequiel Zaidenwerg. Se trata de un excelente trabajo que ahonda en las posesivas emociones humanas desde lo coloquial mediante una sugerente urdimbre de sensaciones logradas en ambas lenguas.

            Sara Torres, en el prólogo, nos habla del vínculo que existe entre el ser y el espacio, en todas sus coordenadas, cuestionando quién contiene a quién, ya que el único orden de lectura que se establece es el del primer y el último poema. El resto forma parte de un todo («We are grafted» / «Somos injertos», pp. 64-65) que se sostiene en cualquier sentido:

Cada cuerpo entra en escena solo, íntimo en la búsqueda de una muerte privada, intransferible y, no por ello, deja de estar entramado a los otros en encuentros sucesivos. Es mediante estos encuentros que cada ser sensible se compone en relación al mundo que lo contiene (8).

En esta línea, José Pulido publicó el mes pasado en el Periódico de Poesía una reseña con el título de «Vórtices», señalando que «La poeta y traductora norteamericana, radicada en México, busca atisbar algo que nos han velado los significados al establecer un diálogo con las cosas mínimas». El objeto de los poemas es lo que tenemos, lo que no tenemos y lo que, teniéndolo, imaginamos fuera de nuestro alcance. Es por tanto la nostalgia y una crítica, no exenta de fino humor, a la fijación por los objetos de la sociedad actual. Se despiertan al leer a Myers sensaciones que tienen que ver con lo abstracto y demás sentidos tradicionalmente alejados de lo poético. El tono se logra con la precisión de las imágenes, claras; pues en la verbalización de un juicio aparentemente banal se produce, toma forma, la idea, en conexión con cada uno de los textos breves y sin título. Ello lo posibilita en nuestra lengua Ezequiel Zaidenwerg, que hace suyos los poemas traduciendo el neutro inglés, la enunciación que carece de masculino o femenino, en un sujeto poético alterado o dislocado, precisamente, por vicios que tenemos al leer una lengua carente de la focalización del objeto en lugar del sujeto. Podríamos pensar entonces que paradójicamente en inglés prima lo que se tiene o no mientras que en español se especifica qué persona realiza la acción.
            Este es un ejemplo del texto de Myers y la traducción de Zaidenwerg:

I´d gotten caught up
in things, forgotten how
to wait, lost
the Trail in various
trees vs. forest
situations.

A child´s thrill at the vast
shadow rabbit on the wall
responds to its conversation
of a landscape we live in
into one we can´t.

I´d stopped paying attention
to hands,
to all the animals
in them (46).

Estaba distraído
con cosas, me había olvidado de cómo
se hacía para esperar, había perdido
el rumbo en varias
situaciones donde el árbol
tapa el bosque, etc.

La fascinación del niño
ante la sombra del conejo en la pared
está en ese intercambio
del paisaje en que vivimos
por otro, en el que no.

Había dejado de prestarles atención
a las manos,
a todos los animales
que contienen (47).

Las imágenes certeras, en breves y escasos versos, construyen una atmósfera de esperanza en la desolación e incluso en a la distopía, un tema mínimamente explorado en la poesía mexicana contemporánea.
            Atención a Myers. Di con su obra por Isabel Zapata, que, entre demás referencias para lo que está pasando en la poesía mexicana, tradujo el poemario anterior, Amalgama (Antílope, 2016). En México ya está disponible también por la editorial Antílope. De Tener, viene un adelanto en Nexos.

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